Luego de más de nueve décadas cerrada, la famosa Casa de Aramberri, uno de los lugares emblemáticos y terroríficos de Monterrey, abrió sus puertas como un restaurante-Museo, que causó revuelo en su inauguración.
La Casa de Aramberri, sede de un doble homicidio en 1933, provocó grandes filas de hasta dos o tres horas para ser de los primeros en ingresar al domicilio y no solo comer los alimentos, sino conocer el interior de la vivienda.